La arteriosclerosis es el enemigo más peligrosos para la salud, cada año, esta enfermedad mata a muchas personas en el mundo entero. La obstrucción progresiva de las arterias es un problema silencioso del que no nos damos cuenta hasta que ya es demasiado tarde. Es importante tomar conciencia de que es vital mantener las venas y las arterias limpias y fuertes, sin esa capa de grasa que endurece las paredes y que hace difícil la circulación sanguínea.
De esta forma, además de un régimen sano y equilibrado, se recomienda incluir infusiones en los hábitos cotidianos.
Infusión de tila y espino blanco
La naturaleza es rica en remedios medicinales para cuidar la salud. Sin ninguna duda, la infusión de espino blanco es una de las mejores infusiones para la salud cardiaca y para limpiar las venas y las arterias. Se puede encontrar en herboristerías o simplemente en farmacias.
Sus principios cardiotónicos permiten estimular la circulación de la sangre, ejerciendo un efecto vasodilatador. Además, es interesante saber que el espino blanco es muy útil para aliviar el dolor pulsativo producido por las migrañas. Se trata de combinar el espino blanco con la tila, para favorecer la relajación, controlar la ansiedad y regular la tensión arterial.
Ingredientes
- 10 gramos de espino blanco,
- 10 gramos de tila,
- un vaso de agua,
- una cucharada pequeña de miel de abeja.
Preparación
Se comienza por calentar el agua. Una vez que está hirviendo, se añade el espino blanco y la tila. Se deja reposar 15 minutos y luego se toma cuando está fría. Se filtra el contenido y se escoge la taza preferida en la que se añade una cucharada de miel para suavizarla. Lo ideal es beber esta infusión todos los días por la mañana. Un vaso al día es suficiente. Dadas las propiedades vasodilatadoras del espino blanco, se puede tomar durante 15 días seguidos después descansar 10 días. Los resultados son milagrosos.
La infusión de romero y Melissa
Con las propiedades del romero se podría escribir una enciclopedia. Se trata de una planta medicinal típica del Mediterráneo y si no se tiene la suerte de tenerlo en el jardín, se puede encontrar fácilmente en las tiendas naturistas o en las herboristerías.
Esta infusión se utiliza normalmente como relajante muscular, como tónico o como hipotensor. Dadas sus propiedades que favorecen la circulación sanguínea y que reducen el estrés, el romero es ideal en infusión. Dos tazas al día, una por la mañana y otra a mediodía. Además, el romero es rico en ácidos orgánicos y taninos, que son ideales para reforzar y limpiar las venas y las arterias.
En esta infusión se añade igualmente melisa, una planta medicinal ideal para reducir la ansiedad y regular la tensión.
Ingredientes
- 15 gramos de romero limpio,
- 10 gramos de melisa,
- un vaso de agua,
- una cucharada de miel.
Preparación
Como de costumbre, se comienza hirviendo el agua. Al cabo del tiempo basta con añadir el romero limpio y la melisa. Se deja reposar durante 30 minutos para que el romero libere todos sus componentes. Después se filtra el contenido. Si se desea, se puede endulzar con un poco de miel. Lo ideal es beber 3 tazas al día de esta deliciosa infusión.
La infusión de jengibre, miel y ajo
El limón y el ajo tienen potentes propiedades que ayudan a cuidar el corazón. Como sabemos, el ajo es uno de los mejores antibióticos naturales que existen. Además es perfecto para favorecer la circulación sanguínea de las arterias, y reducir el colesterol malo que se acumula en sus paredes.
Por su lado, el jengibre dispone igualmente de increíbles virtudes que favorecen la circulación de la sangre y está indicado para limpiar las venas y las arterias. Sin embargo, conviene destacar que se debe consumir en pequeñas cantidades y no hacer excesos porque tiene un efecto vasodilatador muy potente. Por esta razón se aconseja no superar el consumo de 3 gramos diarios.
Ingredientes
- Un diente de ajo,
- un vaso de agua,
- un poco de jengibre,
- una cucharada de zumo de limón,
- una cucharada pequeña de miel.
Preparación
En un primer momento, se corta el ajo en pequeños pedazos y se ponen en el agua hirviendo. Cuando el agua comienza a hervir, se añade el jengibre y el ajo y se deja cocer durante 20 minutos. Después se apaga el fuego y se deja reposar 5 minutos. Al final conviene filtrar el contenido y conservar únicamente la infusión. Se añade una cucharada de zumo de limón y otra de miel para endulzar. Para cuidar el corazón, basta con tomar un vaso de esta preparación al día en ayunas.
