Ya no queda nada para el verano, momento en el que todos los padres nos hacemos una pregunta, ¿Qué hacemos con los pequeños durante sus vacaciones? Pues bien, una de las mejores opciones para ellos son los campamentos de verano. Hoy en día, existen de todo tipo, de manera que cada familia puede elegir el campamento que más le convenga casi casi a media: De aventuras, de idiomas, en la montaña, en la playa, en un rancho, en una granja…Estas estancias vienen muy bien a fin de que el pequeño desarrolle sus habilidades cognitivas, sociales y afectivas.
Esta experiencia tiene un montón de beneficios que vienen fenomenal en el desarrollo de los más pequeños.
- El primer beneficio que encontramos es que en los campamentos de verano los niños aprenden a relacionarse. Pasan unos días conviviendo con personas que no son de su entorno, con las que tienen que convivir. Esto les viene de perlas a la hora de ser más tolerantes y de aceptar a todo el mundo en un futuro.
- Las actividades de grupo, aunque a muchos les puedan parecer una tontería, son muy útiles para que los niños aprendan desde pequeños a trabajar en grupo y a comunicarse y expresarse con los demás. Además, muchas de estas actividades tratan de potenciar el lado creativo de los niños como por ejemplo talleres de artesanía en los que se les pide que fabriquen con arcilla o plastilina la primera figura que les venga a la mente.
- Durante los días que pasan fuera de casa, los pequeños se sienten libres de toda responsabilidad; No tienen que hacer los deberes escolares ni ayudar con las taras domésticas. Experimentan una sensación de libertad única. Piensa que durante todo el año esta sometido al estrés de tener que ir al cole, actividades extraescolares… En fin, la rutina diaria. Pasar unos días de verano en plena naturaleza mejorará un montón su estado de ánimo y aliviará la presión del pequeño.
Antes de apuntar a sus hijos a un campamento de verano, muchos padres dan un paso atrás alegando que su hijo es tímido, que va a estar mejor en casa o que el niño todavía no está preparado para estar unos dias fuera de casa. En estos casos, es aún más conveniente enviar a tu hijo a un campamento. Allí estará con otros niños con los que tendrá que comunicarse, lo que le vendrá muy bien para vencer su timidez; Y, el estar unos días lejos de vosotros le hará madurar emocionalmente.