El mundo de la música y los instrumentos es apasionante, estudios científicos han demostrado que los niños que aprenden música ya sea por medio de un instrumento o con su propia voz desarrollan ciertos valores que los diferencian claramente del resto de la población. Y es que los niños que aprenden música se desenvuelven mejor en la sociedad y se convierten en mejores ciudadanos, tienen menos miedos y afrontan las cosas con mayor vivacidad…y esto es tan solo la punta del Iceberg.
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Mejora de la coordinación
Esta más que demostrado que en el aspecto físico los instrumentos ayudan en gran manera, cuando el pequeño ejecuta un instrumento musical logra desarrollar una mejor coordinación de su cuerpo. Y no queda así la cosa ya que al trabajar con ambas manos desarrolla ambas partes del cerebro y potencia una clara mejoría de la coordinación. Hay instrumentos que potencian más la parte física y motriz como son la batería y otros como el piano desarrollan ampliamente la coordinación y ambos hemisferios del cerebro.
La autoestima
Cuando el niño es capaz de decirle a los demás lo que puede desarrollar, lo que puede tocar se siente dichoso y pleno. De este modo aumenta la autoestima, desarrolla la confianza en uno mismo porque el niño puede expresarse libremente y mostrar a los demás lo que le gusta y es capaz de hacer. La música transmite infinidad de sentimientos que con la palabra nos quedamos cortos, los niños que aprenden música elevan su autoestima y lo elevan también a los demás por empatía y participación con él.
Rompe la barrera de los miedos
Es un clásico que hay formas de ser más introvertidas, como hay niños que tienen pánico a pararse frente a un escenario. Cuando el niño toca un instrumento y ve una respuesta positiva en los demás, aumenta su seguridad y pone tope a sus miedos escénicos; poco a poco ganará más y más confianza para enfrentarse a presentarse delante de otras personas. Esto les ayuda sin duda a vencer el miedo a relacionarse con los demás, el pánico escénico y otros tantos similares.
Une a las personas
A las personas no unen los sentimientos y eso es la música, sentimiento. Cuando un niño toca algún instrumento nos acercamos a ella simplemente porque nos gusta lo que oímos y vemos. Esto atraerá a gente sensible a la música a los sentimientos y establecerá lazos con sus semejantes muy fuertes de mucha empatía.
La creatividad
Los niños que tocan un instrumento se vuelven más creativos con lo cual los problemas diarios los afrontará de un a forma más resolutiva que en el caso de los niños que no saben música. El instrumentista tiene que superar las dificultades técnicas del instrumento y esto aplicado a la vida práctica es igual que resolver un problema, la creatividad se vuelve más aguda.
¡Más memoria!
Los niños que aprenden música gozan de más memoria y esto es un hecho evidente. El uso continuo de los dos hemisferios cerebrales al utilizar ambas manos y diez dedos simultáneamente, ejercita la memoria teniendo mayor agilidad mental. Este es el caso de los pianistas.
Hay estudios científicos que garantizan menos problemas neurodegenerativos en personas que de niños han tocado algún instrumento especialmente el piano.
Virtudes del habla
Los niños que tocan un instrumento mejoran las habilidades en el habla y en general del lenguaje. El niño gana en agilidad mental, del habla y resolutiva y esto es un hecho más que demostrado.
Antiestrés natural
La música en los niños actúa como desestresante, les ayuda a canalizar ese exceso de energía que tienen. Muchos niños que tocan un instrumento utilizan el mismo como vía de escape frente a situaciones que les afectan emocionalmente y esto es positivo. En los momentos tensos relaja para el que ejecuta el instrumento y también para el oyente.
Alegría y disciplina
Los niños que aprenden música en general son más alegres y desarrollan más constancia y disciplina. Un instrumento es un reto, aunque sea la propia voz, que requiere de práctica continua y grandes dosis de paciencia.
Esta y otras muchas cualidades pueden desarrollar los niños que aprenden música. Recomendamos si el niño es de unos seis o siete añitos, regalarle un pequeño piano eléctrico, con el que podrá sacar algunos sonidos y que sin duda le ayudará a tomar contacto con el amplio e increíble mundo de la música
