Hoy vamos a hablar de una de las causas más importante de la fatiga crónica, el estrés.
Comenzar el día con un vaso de agua templada con limón
Se trata de un remedio ideal para alcalinizar el organismo, para depurar las toxinas y fortalecer el sistema inmunitario. El zumo de limón es una fuente natural de vitaminas y de minerales, y es ideal para combatir el agotamiento y el estrés. No se debe dudar a la hora de consumir todas las mañanas, justo al levantarse, durante cinco días consecutivos, un vaso de agua templada con limón.
Consumir avena
La avena es un súper alimento rico en nutrientes esenciales, en vitaminas y minerales. También ofrece virtudes para el sistema nervioso. En efecto, contiene un alcaloide llamado adenina que actúa como un sedante ligero. Esta acción permite comenzar el día de una manera más tranquila, con todos los nutrientes que se necesitan para evitar la clásica fatiga matinal. Si se acompaña el bol de avena con algunas almendras, se refuerza todavía más sus propiedades.
Beber sólo una taza de café y decir adiós a las sodas
Todos sabemos que el café es un excitante natural, pero dispone igualmente de antioxidantes y de propiedades energéticas. Por lo tanto conviene no dejar de tomar completamente café, pero beber sólo una taza al día en el desayuno. Esto ayuda a despertarnos y a estar de mejor humor. Sin embargo, es importante no superar esta dosis cotidiana, y no beber café durante la tarde. En caso contrario, el sistema nervioso se altera a través de una sensación de nerviosismo. Muchas personas que sufren agotamiento crónico y estrés es debido a que consumen demasiadas sodas a base de cola para mantenerse vigilantes.
Conviene saber que se trata de un riesgo importante para la salud. El fuerte contenido en azúcar de esta bebida agrava los síntomas del cansancio. La activación del organismo tan sólo es temporal, y la bajada es brutal. Conviene optar más bien por un zumo de fruta natural o por un vaso de agua con limón.
Hacer ejercicio a diario
A pesar de sentiros cansados, tened en cuenta que este estado de agotamiento tiene su origen en el estrés, y que un poco de ejercicio diario permite combatir este fenómeno. Se puede salir a caminar, ir a nadar, montar en bicicleta o bailar. El nivel de las endorfinas aumenta, y mejora la salud cardíaca.
Dormir 8 horas al día y hacer una siesta de 20 minutos
Incluso si no conseguís encontrar el sueño, debéis cerrar los ojos e intentar descansar. El cuerpo, y sobre todo el cerebro tiene necesidad de ello. Recordad solamente que hay que acostarse y despertarse a horas fijas. Todo esto ayuda a tener una mejor calidad del sueño, y a reducir el estrés y el cansancio.
Respirar aire puro en un espacio natural
Conviene tomarse el tiempo necesario para disfrutar de la naturaleza, pasando por ejemplo media hora al aire libre en un bosque. Es el momento de sentir la brisa fresca acariciando el rostro, el sol dorando la piel. Se respira profundamente y se desconecta mentalmente. No conviene pensar en nada y dejarse llevar por la tranquilidad de la naturaleza. Esto es un método muy terapéutico.
Comer yogur natural sin azúcar
Especialmente adaptado al desayuno, el yogur natural es ideal para la merienda. Ayuda a regenerar la flora intestinal y aumenta la producción de serotonina, una hormona que regula y mejora el estado de salud. También permite reducir el estrés y regula la temperatura corporal, lo que ayuda a tener una mejor calidad del sueño durante la noche.
Comer chocolate negro sin azúcar
Se trata de una fuente natural de antioxidantes, de magnesio y calcio. El chocolate negro es muy eficaz para reducir la fatiga crónica y el estrés. Además está delicioso. No dudéis a la hora de llevar un trozo de chocolate negro al trabajo. En realidad se puede consumir entre 40 y 50 gramos al día.
