Normalmente se piensa en todo, en el aceite solar, la protección para el pelo, el gorro y las gafas de sol. Pero una partida de voleibol bastante más larga de lo habitual o una siesta imprevista son situaciones que provocan golpes de sol con consecuencias graves. De vuelta a casa, ya es tarde para acudir a la farmacia. Por esta razón hoy presentamos algunos remedios caseros para quemaduras de sol que ayudan a calmar los golpes provocados por el sol a lo largo de la jornada.
Antes de aplicar estos remedios caseros y naturales para aliviar las quemaduras, es evidente que es necesario observar primero estos golpes de sol para estar seguros de que no son graves. Una quemadura demasiado importante, demasiado extendida y que conlleva atolondramiento o náusea, no se puede curar únicamente con remedios naturales. Más bien conviene acudir a un hospital de urgencia. Si sólo se trata de enrojecimientos y de una sensación de resquemor sin que la piel esté dañada, estos remedios caseros para quemaduras de sol pueden ser de gran utilidad.
El yogur
Ciertamente, puede parecer poco científico aplicar un yogur sobre los hombros. Sin embargo, en caso de quemadura de sol, una cataplasma a base de yogur alivia realmente. Basta con extender el yogur preferentemente natural, en una capa bastante gruesa sobre la zona de la quemadura. El efecto frescor inmediato está garantizado. Luego se retira el yogur una vez que deja de estar fresco.
El zumo de limón
El zumo de limón posee propiedades antisépticas. Siempre es bueno tener algún limón en la nevera, porque permite entre otras cosas aliviar las quemaduras provocadas por el sol. Ciertamente es más discreto que el yogur, pero el limón se debe aplicar en cualquier caso en compresa. Para preparar este remedio, se diluye el zumo de un limón en un bol con agua fría y se empapan compresas de gasa estériles que luego se aplican sobre las quemaduras. Si la piel está dañada se debe evitar este remedio a base de limón, porque escuece.
El bicarbonato de sosa
Todo el mundo tiene en casa un frasco con bicarbonato de sosa. Este producto ayuda a subir la masa en repostería, blanquea los dientes y elimina el mal olor de los zapatos. Pues bien, el bicarbonato de sosa también alivia las quemaduras. La receta es muy sencilla, basta con diluir una cucharada sopera de bicarbonato en 250 mililitros de agua y empapar en este líquido unas compresas que luego se aplican sobre la piel. Conviene repetir esta operación hasta que el dolor de la quemadura se calme.
El aloe vera
Los amantes de la medicina suave y natural suelen tener en casa un tubo o frasco de gel de aloe vera. Este producto es el mejor remedio para aliviar las quemaduras provocadas por el sol. Es mucho mejor que un protector cutáneo, que ablanda la piel y termina por pelarla. El protector cutáneo se utiliza normalmente para las quemaduras abiertas. El aloe vera es perfecto para las quemaduras superficiales, las pequeñas irritaciones e incluso las heridas poco profundas.
Basta con aplicar la pulpa de aloe vera o el gel directamente sobre la piel y extenderlo ligeramente. La piel debe permanecer húmeda y el producto al secarse forma una fina película transparente y protectora.