Que es la quinoa, desconocida y subestimada, es un super alimento auténtico contenido en un minúsculo envoltorio. Este minúsculo grano adoptado por los vegetarianos y los veganos no se parece a la mayoría de los granos de cereales que conocemos mejor y que pertenecen a la familia de las gramíneas.
Se trata de un grano que procede de una planta de la familia de las Quenopodiáceas. Esta planta verde, que produce flores y que se acerca más a las verduras de hojas verdes como las espinacas, está considerada como un “pseudocereal” puesto que no pertenece realmente a la familia de las gramíneas.
Durante miles de años, la quinoa se ha cultivado en los Andes de América del sur y fue considerada en una época como el “oro de los incas” y las “chisaya mama” (la madre de todos los granos). Si se busca quinoa en la tienda, conviene dirigirse a la parte de los cereales y buscar unos granos amarillentos o blanquecinos que se parecen a los granos de sésamo, pero ligeramente inflados. También existe una variedad roja, rosa, violeta y negra.
Los beneficios de la quinoa
Este minúsculo grano contiene además una buena dosis de magnesio, un mineral que ayuda a los vasos sanguíneos a dilatarse y que podría reducir la frecuencia de las migrañas. Además de sus muchas cualidades nutritivas, la quinoa tiene el mérito de ser considerada como uno de los alimentos menos alérgenos por razón de su bajo contenido en gluten. Esto hace de la quinoa un alimento privilegiado para personas afectadas por intolerancia al gluten o a las afecciones celíacas.
¿A qué se parece?
Ahora que ya sabes que es la quinoa, te dire que tiene un parecido al arroz con relación a su sabor y a su apariencia. Su sabor delicado, a avellana y ligeramente terroso, se añade a una textura que puede, en función de los casos, ser crujiente o más blanda. Se prepara de la misma forma que el arroz. Primero hay que lavarla bien en agua fría. Después, en una cacerola, se lleva a ebullición una porción de quinoa en dos volúmenes de agua por uno de quinoa. Se cuece durante 15 minutos. Para formar una especie de grumo caliente en el desayuno, se debe cocer la quinoa hasta que esté cremosa y untuosa.
Para el resto de comidas, se prepara como el arroz o el cuscús, con verduras cocidas al vapor, o se sirve fría, mezclada en ensalada. La quinoa también puede espesar una sopa o ragú, o molerse como sustitutivo de la harina para hacer pan y galletas. Se conserva mucho tiempo, sobretodo cuando se mantiene en un recipiente hermético en la nevera.