Todos los bebés lloran y es un procedimiento normal de comunicación del retoño que no hay forma de evitar. Si ves a un bebe llorando tienes que comprender que es lo que suelen hacer cuando tienen hambre, sueño, una dolencia…etc. Pero ¿Cómo podemos saber que nos quiere decir nuestro bebe con sus llantos?
Al comienzo suele ser difícil pero bien pronto vas a entender y discernir las señales que nos deja el pequeño y ver más claramente sus necesidades. También tenemos que tener presente que los bebes son muy perceptivos y si estamos nerviosos o intranquilos, le vamos a transferir este estado a nuestro niño. Esto estados perceptibles por nuestro pequeño, en ocasiones se convierte en un rio de lágrimas.
Entre las razones más comunes por las que encontramos a un bebe llorando están las siguientes
¡Papis tengo Hambre!
Tienes que aprender a visualizar las señales de que el bebé tiene hambre. Él se mostrará inquieto, hace ruidos con los labios, se lleva las manitas a la boca y terminará llorando. Cuando adviertas estas señales conseguirás calmarlo antes de que vengan las lágrimas.
Mi pañal está sucio
Es cierto que cuando un bebe hace de vientre te lo comunica rápido, pero en algunos casos no es así, algunos pueden aguantar con el pañal sucio bastante rato. Es uno de los motivos más fáciles de detectar.
¡Tengo sueño!
Cuando un bebe está cansado en vez de quedarse dormidos, pueden ponerse irritables y llorar, especialmente si están demasiado agotados. Cuando empiecen los primeros bostezos pon a tu bebe a descansar antes de que vengan los llantos y se altere.
Mamá llévame contigo
Ellos necesitan de contacto y mucho cariño. Llorar puede ser su la manera de pedir que lo cargues en brazos. Para darles a tus brazos descanso, puedes llevarlo en una mochila portabebés. Los primeros meses necesita de este contacto y no por ello lo vas a malcriar.
Gases y cólicos
Los gases y cólicos son muy comunes en los primeros años del bebe y pueden causar muchos lloriqueos. Si tu bebé se pone irritable justo después de comer, quizás tenga dolor de estómago. Déjate aconsejar por un profesional cuando detectes que tu hijo está teniendo estos síntomas.
Los gases también generan un mar de lágrimas. Sujeta sus pies y mueve sus piernas en círculos como si estuviera pedaleando una bicicleta. Esto le ayudará a evacuar los gases.
Aire en el estómago
Los bebés tragan mucho aire cuando toman un biberón, y pueden sentirse incómodos al no poder expulsar el aire. El incómodo aire en el estómago provoca que el pequeño se irrite y comience a llorar.
Temperatura exterior
A los lactantes les gusta estar calentitos y bien arropaditos. Ellos necesitan tener una prenda de abrigo más que tú para estar bien. Se quejan más por frío que por calor, así que mejor tenerlos bien tapaditos.
¡Atención! dolor de dientes
Todos sabemos lo terrible que es un dolor de dientes. En el caso de los bebés cada dientecito empuja a través de las tiernas encías. Todos tenderán a estar irritables y a llorar. Esto se detecta fácilmente observando la encía de tu bebé donde El primer diente sale entre los 4 y los 7 meses.
Quiero estar tranquilo
Si tu bebé empieza a llorar muchísimo, llévalo a algún lugar tranquilo y haz alguna actividad tranquila para consolarlo o cantarle una canción. A veces son demasiados estímulos para el bebé, y no puede digerir todo.
No me encuentro bien
Si tu bebé está cómodo y ha comido, no hay exceso de estímulos pero todavía sigue llorando, quizás es porque puede estar con un poco de fiebre. Tómale la temperatura para ver si tiene fiebre y observa otros signos. Cuando un bebé está malito suele tener otro tipo de llanto muy diferente de cuando está bien. Muchas veces la dentición de leche que está saliendo puede provocarle algo de fiebre y un fuerte malestar.
Esperamos que todos estos consejos te sirvan de ayuda, pero lo más importante como mamá y papá que somos, es dejarnos llevar por una de nuestras mejores armas… la intuición paternal, que aunque parezca una tontería nos ha sacado muchas veces de algunos apuros.
¿Conoces alguna razón más por la que está un bebé llorando?… ¡Cuéntanos!
