¿Cómo escoger vuestro sujetador? ¿Estáis buscando más confort, o preferís más bien un modelo que realce vuestro busto? Poco importa si escoges un modelo deportivo o sexy, lo que cuenta verdaderamente es llevar un sujetador adaptado a vuestra talla y a vuestro pecho.
Según un estudio realizado por la empresa de costura Pillow Bra, en colaboración con la Universidad de Barcelona, el 70 por ciento de las mujeres llevan un sujetador inadaptado a su busto. Que sea pequeño o grande, siempre son inadaptados al tamaño real de los senos. Se trata por lo tanto de un aspecto importante de la salud de las mujeres, que valdría la pena tener en cuenta, porque puede provocar consecuencias bastante graves. A continuación vamos a explicar el uso del sujetador.
Los riesgos relacionados con un sujetador inadaptado
El sujetador no sirve únicamente para realzar el aspecto de la silueta, tiene otra finalidad que conviene recordar continuamente para escoger el modelo más adaptado antes de comprarlo.
El sujetador tiene la finalidad de sostener, de modelar y contener los senos gracias a un sistema de presión adaptada, que no se debe sentir cuando se lleva puesto. Sin embargo, en ciertas ocasiones, enrojecimientos y otros problemas pueden aparecer por culpa de un sujetador mal adaptado.
El peligro de una presión excesiva
No nos referimos concretamente a los sujetadores con ballenas que habitualmente llevamos. Si no están adaptados a la talla, muchos problemas pueden aparecer, como lo confirman algunos especialistas en obstetricia y ginecología.
Las ballenas oprimen el pecho. Esta presión puede dañar los ligamentos mamarios y acelerar la flacidez de los tejidos. Una fuerte presión del sujetador sobre el pecho, puede provocar problemas de circulación sanguínea, y causar notablemente la aparición de quistes.
El peligro de un sujetador demasiado grande
Si el sujetador tiene un tamaño demasiado grande, es frecuente que algunos enrojecimientos aparezcan sobre la piel. Además, un sujetador demasiado amplio favorece la flacidez, y puede provocar molestias en los tendones de los hombros. En efecto, dado que es un elemento extraño que no se adapta a vuestra constitución, obliga a realizar movimientos inhabituales que, poco a poco, conllevan sobrecargas.
El roce de las ballenas inadaptadas
Escoger el mejor sujetador para vuestro pecho no es algo fácil. En efecto, muchas mujeres tienen un pecho desarrollado, pero pequeños hombros, dicho de otra forma una constitución que no les permite encontrar un sujetador adaptado.
Cada cuerpo es único, y el mercado del prêt-à-porter no ofrece siempre modelos ideales para cada mujer. Los especialistas nos indican que el mayor riesgo para la salud, referido al sujetador, es elegir ballenas inadaptadas.
En cada movimiento que se realiza, pueden molestar en los nervios intercostales, sometiendo al pecho a un nivel elevado de estrés. El peligro es mayor si se comete el error de dormir con este tipo de sujetador. La presión será cada vez más importante y enseguida se comenzarán a sentir sus efectos.