Dentro de los diferentes cortes posibles de un vestido blanco, os aconsejamos el que está confeccionado de crochet y que sea corto, ya que casa muy bien con unas sandalias con tacón. Lo ideal: llevar el pelo recogido y una barra de labios de color rojo. También se puede poner el acento en los modelos gráficos, con vuelo, la espalda al aire, pegado al cuerpo, asimétricos, sin olvidarse del vestido en corte palabra de honor. El vestido blanco debe llegar preferentemente por encima de la rodilla. Se deben evitar los vestidos blancos demasiado largos o bordados, porque daría más bien el aspecto de un vestido de novia. En función del corte elegido, se puede llevar el vestido blanco en cualquier ocasión.
Pero cuidado, se debe elegir con criterio la ropa interior cuando se lleva un vestido blanco. Lo más aconsejable es optar por colores claros, sobre todo en cuestión de sujetador. En caso contrario, se verá y el efecto no será finalmente nada elegante.
Las combinaciones posibles
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Antes de nada, se debe evitar el total look “hippie” combinando al mismo tiempo el bolso de rafia, el collar de color y la pamela. También conviene tener cuidado con el total look blanco, combinando el vestido blanco con unos escarpines o sandalias, gafas de sol y bolso blanco.
En cualquier caso, es importante el uso de los complementos que acompañarán al vestido blanco para romper ese lado demasiado recatado. Se puede romper con lo clásico incluyendo diferentes complementos. Por ejemplo, se puede llevar un bolso de cuero, unos pendientes dorados o plateados, y unas gafas de sol oversized, pero sin exagerar. No se deben llevar más de 3 complementos a la vez. Para el calzado, lo ideal son los colores diferentes del blanco.
